¿Qué es el
acoso escolar cibernético?
El acoso escolar cibernético consiste en utilizar la tecnología
para acosar, amenazar, avergonzar, intimidar o criticar a otra persona. Por
definición, se produce entre niños y/o adolescentes. Cuando está implicado un
adulto, se adapta a la definición de ciberacoso o ciberacecho,
un delito que puede tener consecuencias legales e implicar condenas de cárcel.

A veces el acoso escolar cibernético es fácil de detectar;
por ejemplo, su hijo le puede enseñar un mensaje de texto, un mensaje enviado a
través de Twitter o una respuesta a una actualización de Facebook que sea
violento, cruel o claramente malintencionado. Hay otras formas de acoso que son
menos evidentes, como suplantar a alguien a través de Internet o colgar información
personal, fotos o vídeos para avergonzar o herir a otras personas. Algunos
niños informan de que se pueden crear cuentas, páginas web, o nombres de
usuario falsos con la única intención de acosar y acechar a supuestas víctimas.
El ciberacoso escolar también puede ocurrir de forma
completamente accidental. El carácter impersonal de los mensajes de texto
(MSM), los mensajes instantáneo (MI) y los correos electrónicos puede
dificultar la identificación del tono de quien los escribe: un chiste para una
persona puede ser un insulto demoledor para otra. De todos modos, cuando se
detecta un patrón repetido en una serie de correos electrónicos, mensajes de
texto o comentarios publicados en Internet es muy raro que se trate de algo
accidental.

Una encuesta realizada en EE.UU. en el año 2006 por la
organización, Fight Crime: Invest in Kids (Lucha contra el
delito: invierta en los niños), reveló que uno de cada tres adolescentes y uno
de cada seis preadolescentes habían sido víctimas del acoso escolar cibernético.
Conforme más y más niños vayan accediendo a los ordenadores y los teléfonos
móviles, lo más probable que la incidencia del ciberacoso escolar se
incremente.
Comentarios
Publicar un comentario